Bueno, todo empezó después de acabar la Segunda Guerra Mundial, en los 50's y 60's, EEUU de América recuperándose de las Incursiones Militares.

Se empieza a investigar sobre los sistemas digitales de computación. Empiezan a salir los Laboratorios, experimentos sobre todo ésto y empiezan a salir ordenadores ARCAICOS que ocupan toda una habitacion y usan válvulas de vacío.

Pero la historia de verdad empieza en el MIT, Instituto Tecnológico de Masssachussets. En ese prestigioso instituto llegan los primeros de esos grandes ordenadores.

En ese instituto hay un grupo aficionado a los trenes, en maquetacion de trenes en miniatura, pero lo que de verdad le interesabara como estaban formados digitalmente, la tecnología y los gadgets.

El Tech Model Railroad Club, o TMRC, fueron los primeros que experimentaron con Relojes Digitales, o sea, la primera vez que se vio uno de estos relojes fue en el 80 - 90... ¡ÉSTOS LO TENIAN EN LOS 50!






Cuando llegan los primeros modelos de esos ordenadores, quieren trastear y tocar en ellos... Pero el instituto les da un modelo más pequeño y en pruebas, el TX-0.

El TX-0 llega a ser el centro de las vidas de estos ''geeks'', con lo que quedan HORAS y HORAS investigando en ellas sin descanso, para ''probar'' lo que podían hacer estas máquinas...


Estos ''geeks'' tenian la cultura de compartir su codigo fuente y recibian con las manos abiertas a mejoras de sus proyectos. Los denomonaban HACKS, ellos fueron los que empezaron al cultura HACKER.


Hubieron muchos hacks que hicieron, como por ejemplo:
Con los ''speakers que tenían los ordenadores, quisieron reproducir Bach, y lo hicieron. Hicieron una Inteligencia Artificial en un ''juego'' en el que un ratón iba a por un queso en un laberinto, hubo alguien que la mejoro poniendo una botella de vino tinto, con lo que mejoro en un 75% la eficiencia del raton (XD)




No me ha dado mas tiempo para investigar más, el próximo día leo sobre el Steve Rusell, el que quiso crear el HACK definitivo, un juego de ordenador, el SpaceWar!

Continúa en El comienzo de todo Pt. II