No dramatizado. |
Y de lo que vengo a hablar hoy es de esa gente que no debería jugar a videojuegos, o en todo caso no tocar los videojuegos hardcore. Sí, hablo de la raza cani, la que no suele jugar que no sean sobre fútbol o copias del COD.
Realmente los juegos pueden ser muy malos, pero eso depende demasiado en el público que lo juega. Un Mario Galaxy para un niño está bien, un Battlefield para un gamer hardcore está bien, un Metal Gear para un cani NO. No estará satisfecho con el juego, llamándolo mierda mediocre y te pedirá que le pongas un juego de matar.
Sí, todo público tiene derecho a jugar a videojuegos, pero esta gente tiene el síndrome de los padres, que llaman a los videojuegos máquinas del demonio. Peeeeeeeeero, algo distinto que tienen estos de los padres, que son una juventod (perdida, pero juventud) a los cuales les gustan las cosas con lucves aprpadeantes (ojalá les dé un ataque de epilepsia), cosa que tienen los videojuegos.
¡Malditos videojuegos! Dirán algunos, cosa que no me parece extraña, gente como ésta nos da mala imagen y, como acostumbrados estamos ya a que nos den por culo, tenemos que aguantarnos con payasos como estos en el mundillo.